Rollo: Jorge Moreno
No cabe duda que las redes sociales han venido a mejorar nuestras vidas, pues gracias a ellas podemos estar comunicados con nuestros seres queridos o amigos; subir fotos de nuestras actividades cotidianas (sean importantes o no), y también podemos conocer noticias prácticamente en tiempo real; sin embargo, para desgracia de muchos, se ha vuelto el aliado de la magia negra.
Tan sólo en el último mes, he atendido en mi consultorio 11 casos de menores de edad (desde los tres meses hasta los 11 años de edad), que han sido embrujados por venganza hacia sus padres ¿Cómo fue esto? Principalmente, gracias al Facebook y al Whatsapp.
Vayamos por partes, en el caso de las personas adultas, se les puede hacer un embrujo de magia negra con tan sólo estar cerca de ellos, tirarles algo en su casa (sal, tierra de cementerio, un muñeco vudú, etc.) y a veces ni siquiera es indispensable el uso de alguna foto de la víctima.
Por el contrario, para embrujar a personas menores de 12 años, es indispensable el uso de una fotografía; hasta hace poco más de una década, era muy complicado conseguir una foto de un menor para embrujarlo si no eras amigo de la familia; por lo tanto, si por ejemplo usted se peleaba con un compañero de trabajo y quería hacerle un embrujo a su hijo, era muy difícil conseguir una foto del menor en cuestión, pues no podía llegar como si nada a su casa con una cámara fotográfica o celular para tomarle una imagen, ya que obviamente no lo permitiría, o bien, sospecharía.
En cambiom hoy en día, muchas personas suben cotidianamente fotos de sus hijos e incluso bebés de meses de edad; de hecho, a finales del mes pasado fue a consultar conmigo un joven matrimonio con su pequeño hijo de ocho meses de edad, ya que estaba enfermo y ningún médico había podido dar con el extraño mal que tenía.
Cuando confirmé que se trataba de un embrujo y que lo había hecho un ex compañero de trabajo del padre de familia, le pregunté si lo frecuentaban y él me dijo que no, que no sabían donde vivía y menos este había ido a la casa de la pareja; es más, ni siquiera conocía al bebé.
Les dije que el embrujo que le hicieron al menor tenía que haberse hecho con una foto y con una leve sonrisa la señora me dijo “a lo mejor agarró la foto de mi Face o de mi estado de Whatsapp”; al escuchar eso, en ese momento revisé su cuenta y vaya sorpresa que me llevé porque a pesar de que el bebé tenía ocho meses de edad, vi no menos de cien fotografías (sí, cien) en su red social; desde la clásica foto en el cunero (el día en que nació), hasta fotos con toda la familia, posando, jugando, en el baño, en el parque, en el bautizo… En fin, el fulano que lo embrujó no tuvo el más mínimo problema en conseguir una imagen del pequeño.
Y es que independientemente de si usted cree en brujería o no, la propia Secretaría de Seguridad Pública recomienda NO SUBIR a las redes sociales fotos de nuestros hijos o menores de edad, ya que la delincuencia organizada está a la orden del día y se ha confirmado que muchos secuestros, asaltos y otros delitos relacionados con niños han sido perpetrados en parte gracias a las fotos que suben los papás y abuelos de sus hijos y nietos en redes sociales.
En cuanto a los 11 casos que mencionaba al principio de este reportaje, por fortuna todos los infantes quedaron sanos y salvos, y sobre todo protegidos a través de amuletos y cuarzos para que ya no vuelvan a cargar ningún tipo de embrujo.
Es de entenderse que el cariño que los padres sienten hacia sus hijos o nietos es muy grande, esto propicia que quieran mostrar a todo mundo fotos de todas sus actividades, pero por desgracia, esto puede ser contraproducente y ser usado para dañar.
Te recuerdo que si quieres una consulta sin costo o asesoría en este u otros temas relacionados con brujería, protecciones, amuletos, etc. sólo tienes que solicitar una cita al Whatsapp al (9991) 851-703 y con gusto te recibiré en mi oficina ubicada en el Museo Paranormal, en Mérida.
